Se dice y no se cree: en una operación que no llegó a las 48 horas más de 250 bultos con medicamentos se recibieron en la aduana, se desagruparon, despacharon y llegaron a las puertas de los destinarios.
Esa misma operación -en otro contexto que no es el del 28 de octubre- ha tardado meses, incluso años, y las críticas le han llovido a las transitarias cubanas encargadas de distribuir la paquetería proveniente del exterior. Los datos del 7 de octubre daban cuenta del colapso: más de 1 millón de bultos de unos 500 mil clientes permanecían atascados. Los mayores atrasos se reportaban en La Habana, Matanzas, Villa Clara, Camagüey y Holguín.
Y las culpas se movían entre la recesión impuesta por la COVID y problemas asociados a sistemas de trabajo que no han sido los correctos, según señalara el propio Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, quien aseveraría que, además, “ha faltado iniciativa, sentido de la prontitud, no se actuó con la energía (necesaria) ni hubo una valoración con una visión amplia del problema”.
Pero en el escenario donde dijo esas palabras estaba sentado Armando Almeida Pérez, director de Cubanacán Express, la transitaria cubana que pertenece al Ministerio de Turismo y que para esa fecha ya era la excepción dentro de las seis que se dedican en Cuba a ese encargo; en parte, también, por mover menor volumen de mercancía.
Pues este 28 de octubre Cubanacán Express le hizo honor a su nombre y fue mucho más rápida y expedita que de costumbre. Y dos “socios” pisarían con fuerza su acelerador.
El primero: Supermarket23, la plataforma de venta online que depositó la carga en la aduana cubana, procedente de Miami (vía Panamá) y que al decir de Armando es excelente en sus servicios de despacho, con una agilidad y seriedad que facilita la recepción de Cubanacán Express en la Isla.
La unión de ambas no es nueva, data de hace 20 años y podría contarse desde la primera máquina de Rayos X que le importara Supermarket23, quien además le pusiera ingenio y la reparara luego ante las fallas que presentara. Ahí, podría decirse, pasaron de tener relaciones contractuales a tener relaciones amigables.
El segundo: Sil 26, una MIPYME que es tan nueva… pero tan nueva, que apenas saltó al escenario público hace pocos días, en la última lista que publicara el Ministerio de Economía y Planificación. Allí aparece como una MIPYME privada, dedicada a la producción de alimentos, pero realmente SIL 26 es mucho más que eso porque es, también un Proyecto de Desarrollo Local. La contratación de transporte y trabajadores para el envío de paquetería recomponen el contexto de ese PDL y ahí está la alianza con Supermarket23, quien, además, contribuye a la logística.
Según Ángel David Fernández del Valle, al frente de esa MIPYME y PDL, la entrega de los bultos con medicamentos sucedió sin contratiempos y su proyecto está en condiciones de llevarlo a cabo con mayores garantías. En breve, comenta, podrían rentar un almacén donde depositar la carga y hacer más expedito el flujo entre ellos, Cubanacán y Supermarket.
Y no es un comercial de televisión lo que cuenta. La tríada entre una empresa extranjera, una estatal cubana y una privada de recién incorporación, demuestran que el camino hacia la eficiencia es más recto cuando se encadenan sus actores económicos.
Este cinco de noviembre podrían volver a corroborarlo. Esa es la fecha de arribo prevista para un nuevo contenedor, a cargo de Supermarket23, recepcionado por Cubanacán Express y llevado hasta la puerta de su casa por SIL26. Y todo ese periplo… ¿en cuántas horas?
Ya le contaremos.