Como por arte de magia ha nacido una traba idiomática en el Ministerio de Economía y Planificación para entorpecer el proceso de aprobación de las MIPYMES cubanas. Sobre el absurdo de prohibir que las empresas privadas tengan nombres en inglés, hablamos con socios que chocaron con esta “indicación” y especialistas en derecho, economía, lingüística